Hace unos meses, Don Vicente González Barberán, tuvo a bien compartir sus investigaciones y descubrimientos con este Ayuntamiento y su Archivo Municipal. Por despiste, y un poco de dejación –de quien estas letras escribe-, se “olvidó” en un cajón este extraordinario descubrimiento, fruto de la constante, detallada y exhaustiva dedicación a la Historia local (y todo lo que en ella acontece), de Don Vicente. Pido mil disculpas y, con su permiso, paso a compartir con todos ustedes estos datos.
Hipotética vista de Huéscar desde su lado Sur. A. M. H.
La ciudad hispanomusulmana: La medina de Huéscar.
La medina -ciudad árabe amurallada- ofrecía a sus habitantes protección en tiempo de guerra. Dentro del recinto amurallado se encontraba el alcázar y la mezquita principal.
El paisaje urbano de Huéscar comprendido en lo que ahora llaman “La Puerta de Murcia y su entorno” –Arco de Santo Cristo y Alhóndiga-, tiene sus orígenes, según se desprende de los estudios que sobre dicha zona se han realizado, en el 1324, año en que fue destruido el castillo roquero de “Huéscar la Vieja ” o “Patio de los Moros” -que así se le conoce popularmente-.
Destruido este castillo murciano, e incorporada toda la comarca -desde Castril a Orce- por primera vez a Granada, decide Ismail colocar una población importante, con también importante alcazaba, que adelante cincuenta kilómetros al norte la punta de lanza y base de operaciones nazarí. En el mismo cruce de caminos Granada-Valencia y Murcia-Sevilla, que es el que vigilaba desde lo alto el “hins Úskar”, planifica y edifica a toda prisa la actual Huéscar, con fortaleza, muralla y foso.
Dibujo de la distribución de la medina de una ciudad hispanomusulmana. A. M. H.
Reutiliza, para mayor solidez de la base de la torre del Homenaje, los grandes sillares romanos de una necrópolis romana de la familia Atelia que debía estar allí mismo, en dicho cruce de los muy antiguos caminos. Son piedras epigrafiadas con textos funerarios en latín, colocadas curiosamente todas al revés, lo suficientemente grandes como para no poder haber podido ser arrastradas desde los yacimientos romanos de Galera.
El visir Riwan, gran estratega, se encargó en aquellos principios del siglo XIV de reorganizar toda la estructura militar de la nueva frontera granadina, edificando la estratégica red de atalayas de vigía y aviso, de las que tenemos abundante muestrario en esta tierra.
En el trabajo de María Jesús Rubiera Mata titulado “Ibn al-Yayyab el otro poeta de la Alhambra ”, que fue editado por el Patronato de la Alhambra y el Instituto Hispano-Árabe de Cultura, en Granada, en 1982, nos relata que:
“…En sus casidas los musulmanes han de ser siempre los vencedores. Esto lo consigue silenciando en sus poemas las derrotas como el fracaso del asedio de Guadix por Ismail o el desastre de Guadahortuna, pero va a celebrar con entusiasmo la victoria granadina sobre los Infantes Don Juan y Don Pedro en la vega de Granada con dos poemas, llenos de saña por el enemigo vencido, y durante los años venideros recordará una y otra vez esta victoria como lenitivo ante desastres como la batalla del Salado. La muerte de los tutores de Alfonso XI apartó momentáneamente a Castilla de la guerra de frontera y de su protección a Nasr, que sin embargo permaneció en Guadix hasta su muerte (722/1322), tras la cual Ismail tomó la ciudad sin resistencia, acontecimiento que celebra Ibn al-Yayyab con dos casidas.
Ejército islámico. A. M. H.
Tras esta victoria Ismail se lanzó a la ofensiva conquistando una serie de plazas entre las cuales se encuentra Huéscar. Allí el ejército granadino utilizó por primera vez una especie de caños, hecho que llamó la atención del historiador Ibn al-Jatib pero no del poeta Ibn al-Yayyab que describe la batalla con los tópicos acostumbrados (Rima QI, metro tawil. Casida <sultaniyya> en honor del emir Ismail I con motivo de la conquista de Huéscar en el 724/1324. Escenas bélicas. Cuarenta y siete versos) sin hacer mención alguna al artilugio”.
A lo que añade, María Jesús Viguera Molíns en la obra “El reino nazarí de Granada (1232-1492). Sociedad, vida y Cultura. II. Cultura árabe y arabización” editado en Madrid, por Espasa Calpe, en el años 2000, lo siguiente:
“…Hay también, en la Granada nazarí, una serie de letrados y sabios, beneficiados por el mecenazgo de los emires, y componen para halagarles versos de circunstancias, como cuando Ibn Hudayl dedica un poema al asedio de Huéscar por el emir Ismail I, en 724/1324, aludiendo a los cañones entonces empleados por los nazaríes:
Creían que el trueno y el rayo estaban sólo en el cielo,
pero uno y otro les acosan sin venir del cielo.
Figuras de rara forma. Al cielo alzadas por Hermes,
cayeron con ritmo sobre los montes, derrumbándolos”.
Con traducción e introducción de José María Casciaro Ramírez, se publica en Granada, en 1998, la obra de Ibn al-Jatib “Historia de los Reyes de la Alhambra. El resplandor de la luna llena (Al-Lamha al-badriyya)”, donde nos cuenta que:
“…El destronado [Nasr] murió y se aclaró la situación: todos estuvieron unánimes y fue posible hacer la guerra santa. Así en rayab del año 724 (=junio-julio de 1324) se puso en movimiento, se dirigió contra el país enemigo y puso cerco a Huéscar (Simonet, en Descripción, página 63, describe del modo siguiente la ciudad de Huéscar:
“Al norte de Baza y en el último confín de la provincia de Granada, por donde raya con las de Jaén, Murcia y Almería. Ibn al-Jatib dice que estaba en una hermosa y fértil llanura, regada copiosamente por arroyos, donde había muchos plantíos y pastos abundantes, de suerte que lograba allí una gran cosecha y muchas ganancias, y había allí también caza y ganado. Por lo demás no la defendía su fortaleza suficientemente: la rodeaba de continuo el peligro y sus habitantes estaban resignados a la ventura que Dios les deparase”.) –el obstáculo interpuesto en la garganta de la ciudad de Baza-, la cercó completamente (literalmente: “la cogió por el gollete”), alineó sus tropas para el asalto y disparó con un aparato imponente, que funcionaba con la ayuda de la nafta, unas bolas ardientes a una tronera de una torre inaccesible de su fortaleza y produjo unos efectos como los que producen los rayos del cielo. Bajó de ella la gente precipitadamente a rendirse a discreción el 24 de aquel mismo mes (=18 de julio de 1324). Acerca de ello dijo nuestro maestro el sabio Abu Zakariyya b. Hudayl, que Dios tenga misericordia de él, del comienzo de una qasida célebre [tawil]:
Donde están los estandartes rojos y el león indomable hay escuadrones a los que ayudan los habitantes de los cielos.
Y acerca de la descripción del aparato de nafta:
Creían que el trueno y el rayo estaban sólo en el cielo, pero uno y otro les han rodeado y no [precisamente] viniendo del cielo.
Figuras de forma peregrina, elevadas al cielo por Hermes, cayeron ordenadamente sobre los montes y los derrumbaron.
Ea, el mundo te hace ver cosas maravillosas, pues lo que hay en sus potencias no tiene más remedio que manifestarse.
Se estableció, Dios se apiade de él, en Huéscar y la convirtió en base de partida de su guerra santas. Trabajó en la construcción de su foso con su propia mano, acerca de lo cual dijo nuestro maestro su secretario particular (katib sirri-hi) el incomparable Abul-Hasan b. al-Yayyab, que Dios se apiade de él, de una qasida cuyo comienzo es [kamil]:
Tu meta es un límite al que nadie ha llegado antes que tú, pues es imposible que te adelanten los más veloces caballos.
Aclara con tu buena estrella toda idea difícil, y abre con tu espada toda puerta fuertemente cerrada.
Acerca de su trabajo en el foso del castillo:
¡Qué laudables hazañas hiciste a los ojos de Dios!, nadie se te adelantó en nada parecido:
Una de ellas fue lo que cavaste con tu propia mano [en el foso de Huéscar], lo mismo que hicieron el Enviado y sus compañeros en el foso [de Medina] (se refiere al foso que fabricaron Mahoma y los habitantes de Medina para defenderse del ataque de los de la Meca )”.
Plano de Huéscar hacia 1488, aparecido en el libro de Asunción Romero Díaz "Huéscar, el medio natural y la vida humana". A. M. H.
Gracias otra vez, tanto a ti como a D.Vicente, por traernos una parte de nuestra Historia.
ResponderEliminarTus artículos no sólo nos enseña la Historia, también vocabulario.
Sería bueno leerlos con nuestros hijos ya que aprenderían mucho y bueno.
Hoy, por ejemplo, he aprendido lo que es :
- casida.
(Del ár. clás. qaṣīdah).
1. f. Composición poética arábiga y también persa, monorrima, de asuntos variados, y con un número indeterminado de versos.
Felicidades y sigue así.
Magnífico trabajo del area de cultura del ayuntamiento de su archivo así como la recuperación que el ayuntamiento está haciendo de su patrimonio los últimos años.
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